martes, 2 de julio de 2013

A 200 años de la Asamblea del Año XIII

Este libro analiza no sólo el ideario de la revolución que encauzaron hombres como San Martín y Alvear -así como dar cuenta del primer congreso que tuvo nuestro país- sino también para reflejar la pugna de fuerzas políticas, que incluye o excluye a los sectores marginados, y resaltar posturas federalistas o a favor del poder centralizado.
"Cuando se produce el golpe de estado de octubre de 1812 contra el Primer Triunvirato y se llama al Segundo, lo que se busca es frenar la lucha facciosa. El objetivo del congreso es terminar con el gran mal que tiene la revolución (la pelea política) para poder organizar el país, algo que se va a repetir a lo largo de la historia, entendiendo a la lucha facciosa como un elemento que limita la toma de decisiones y las transformaciones".
Ese combate ideológico, da cuenta Camogli en esta minuciosa investigación en lenguaje sencillo y cercano, se refleja en el papel de la logia Lautaro, que logró instalar una cantidad mayoritaria de diputados; un intento de federalización a través de la representación de las diferentes provincias, en una Argentina -Provincias Unidas del Río de la Plata-, cartografiada distinta.
Y así, el nudo se desata, "se va concentrado el poder cada vez en menos manos y termina en un giro absoluto de aquel inicio de enero de 1813 al de 1815 con el pedido de un monarca británico. De una intención transformadora a un giro conservador, algo que le va pasar a la revolución en su conjunto y la Asamblea es una metáfora de la revolución, es lo que llamo `la traslación de objetivos`".

No hay comentarios:

Publicar un comentario